Escuché las llaves en la cerradura abriéndose paso y en perfecta conexión, la misma que deseaba cuando la presencia de tu sombra en el umbral de mi habitación apareció entre penumbras.
Tu silueta insolente aceleraron mis latidos invadiéndolos con tu media sonrisa, ésa que me excita tanto. La oscuridad se hace cómplice, sabías... sabes...
Miro como te desabrochas la camisa lentamente, despacio,
muy d e s p a c i o, ahh...
- Te deseo en mi. - pienso.
Desnuda hacia ti, te miro. Me conoces muy bien, sabes que quiero y juegas conmigo. Quiero el manantial de tu boca, necesito calmar mi sed, pero "hoy" tu poder doblega mi voluntad y mi sentidos.
- No existe raciocinio si me miras así la boca..- pienso
Acaricias mis labios con el pulgar, entreabres mi boca y lo rozo suavemente con mi lengua, la barbilla, mi cuello; mi piel se eriza, mi hombro; dibujas casi sin rozar la silueta de mi cuerpo y... los muslos.
Un suspiro entrecortado suplica tu boca, tu mirada tatúa mi deseo y mis ojos se doblegan a tu eterna voluntad. Lo intento pero eres Absoluto.
Bésame...- pienso.
- pausa.
Miras mi boca, tu lengua acaricia mis labios, - ohhh.
El sabor dulce y perfumado de tu esencia, me embriaga mientras tus manos cogen mis muñecas unidas hacia atrás en mi espalda. Es el dulce castigo por desearte. Mis dedos te buscan mientras nuestras lenguas juegan a bailar en su perfecto vals, lento, exquisito y suavemente acariciándose.
Te siento... firme, palpitante.
- Me reinas. - pienso.
Tu corazón acompasa el mío y esa serenidad tuya soberbia y arrogante doblegando aun más mi cuerpo. Tu susurro me insemina y mi debilidad se castiga culpable entre tus brazos, brazos extraños que me tocaron siempre. Me rompo diluyéndome ante la humedad de la succión febril de tus besos.
Aquí y ahora, sin tacto, embistiendo cada respiración mientras retengo los gemidos que no emergen. Plenitud infame de tu ser y el mío.
Perfectos y alargados, en mordiente néctar insensato; imantando tu voz en mi oído, lamiendo, susurrando.
- Mía...
Aguanto la respiración y mi silencio no se rebela "esta vez", y lo siento y pienso...
- Sí, Sí... infinitamente.
ALMA