AL PAPEL

Sí,
la vanidad de mi mente
delata insolente el rescoldo vacío,
la ineficacia de lo bastante
es insoluble, simple migaja,
como la espuma sobrante y cansada
que llega a cualquier orilla.

Suposiciones al aire inflamadas de ti,
mi bolsillo como pequeño fantasma,
se guarda de lo triste,
lo barato, la servidumbre.

Es irrisorio la compensación
que ni el consuelo distancia,
como sigue danzando
ante el espejo de otro cuerpo,
mudo ante la alambrada de humo,
causante de infinito perpetuo.

Sí,
el raso cielo ahuyenta sus manchas...


ALMA