Viajé acariciando al sol,
el tiempo, materia ilusionista
extiende el equilibrio.
Efímero reposo de mi ser.
Acaricio sus rayos a diario
siguiendo el exclusivo dialecto
de una piel suspendida,
donde el aliento agitado de la palabra
es el asesino deseo,
perpetuo e invertido.
Silencio,
ese amargo elixir que me malgasta
de su serena sabiduría,
esencia de inmaculado placer,
de entrega dulce y sedienta,
ave rebelde de enardecida pleitesía.
Deshojo el infinito capitulo
navegado por su ventanal
eternamente torcido.
ALMA
Nunca faltará la luz
ResponderEliminarque ilumine el camino
cuando se viaja
acariciando al sol
aunque el tiempo
sea efímero.
Un beso
Exquisito.
ResponderEliminarSalu2.
Un hermoso poema te felicito.
ResponderEliminarBesos que tengas una linda semana.