IMPREGNADA

Deslizarme por las sabanas del vacío
es canalizar las ventanas del inconsciente,
no dejando que las ramas del silencio
se tamicen entre las rendijas de la soledad,
nuestra soledad.


Cualquier atisbo de sutura,
antepone la imaginación transitoria que padezco,
al fragor desatado que se aparenta;
sólo el retal de mi imperfección
desata lo único gratificante.


Sólo la piel de las causas
se sostienen en fusión discontinua,
atravesando el abismo y
dividiendo cada vertido transitorio,
siendo testigos de la gloria
el exacto terreno que nos precede.


El "todo" respeta las distancias,
aunque la eterna pregunta del cuando,
no impida respirar la esmeralda
de las horas concedidas,
ni la facilidad con la que
se deshacen a su paso paralelo.


Mi respuesta es concedida
al soborno del reloj intransigente,
rodando como figura deshilada
a la moderada caricia de la impaciencia.


ALMA