TOCA-ME

Este invierno se agudiza y araña celoso,
como si el reloj hubiese
retornado de otros tiempos,
el incienso del día se apaga,
las nubes ocultan la única luz de la noche
y se extraña el arropo glaciar de la Luna.

El silbido del gélido viento
intenta atravesar el cristal de la ventana.

Tumbada en la cama leía un viejo libro
que dormía en el último cajón de la mesita,
enciendo la lamparilla y
pongo banda sonora al aire,
así, el agonizante silbido del viento
no distraerá mis sentidos;
aspiro fuerte y lento,
llenando de vida mis pulmones,
fuera todo es distinto y contrario,
y a mí, me apetece tanto estar sola...

Embelesada entre letras y ensueños
se entornaron mis ojos,
y sentí la suave brisa de tu beso
sobre la comisura de mis labios,
y suspiré...
sedoso como el transparente rocío,
tu aliento y mi delirio
se entremezclan de mi oxígeno,
cerca, muy muy cerca...,
entreabierta mi boca tu lengua deshace mi sed,
me humedeces de tu manantial y bebo...
acerco mi lengua a la tuya,
en baile exquisito y terso,
sollozas...
te cobijo...
te viertes...
y me derrito...

Mis pupilas de ocre se abren y te miro,
te reflejas...,
y el cuadro de silencio hace lectura
de nuestro idioma.
Deslizas el recital de tus yemas por mi oreja,
tu dedo índice aparta mi pelo
y logra castigar con ternura
la indefensa desnudez de mi piel,
el lóbulo, lo muerdes y suspiras...

Siento...

La excitada fiebre de tus manos
abrasan el tacto erecto de mis vértices,
paladar de tus ojos deletreando d-e-s-e-o,
paralelos caminos se dibujan
tras mis uñas en tu espalda,
y mis muslos abrazados a tu cintura
marcan junto a tus manos,
la cadencia ardiente del arqueo de mi espalda.

Y retorno...


El viento abrió la ventana pero
el frío no heló tu recuerdo,
tu sabor aun amalgama mi cama...



ALMA

(reeditado)