QUIMERA

Hoy despertaron mis pestañas con la sensación
de que un resuello entristecido te ausentó de pronto,
por un instante me quedé a solas,
envuelta en una maraña de preguntas infinitas
y de respuestas aun mas fragmentadas e inconclusas.

Aguanto la respiración de mi silencio
con la crédula esperanza de que la brisa ingrata
de tu olor, se mantenga arrullando de caricia mi mañana.

Un fugaz acantilado de dudas y melancolías
me esposan inoportunas
arrastrando sin piedad mi sonrisa,
y sin timón navegan mis alas pues la bitácora de mi dulzura
se ahogó en el océano presente de tu espíritu.

Caigo rendida, levanto mis ojos
y el espejo de tu rostro se hace suspiro.

El palpito de mi pasos sobre tu boca,
donde la torpeza se hace astuta en el paraíso de tus ojos,
donde el sosiego incansable es preciso y generoso por mi piel,
hoguera pura donde tu calor se quema,
ahí donde el pensamiento se retuerce en manantial
junto a la oscuridad de mi carne.

Y aquí acecharé,
guardando la frontera de tu existencia para mi,
¿qué más silencio...?
intentare pensar que soy estatua de yeso,
me convenceré sin alma en el pensamiento
que no te extraño
que no te pienso
sin todo eso...
ya ni te siento.

ALMA