sábado, 8 de noviembre de 2008
LLAMADA...
En ti me caigo y me levanto,
las firmes manos que profundizan
ásperas sobre mi sangre de metal,
y encuentro tu risa en mis pasos,
te siento cerca,
invisible de tu sueño,
nocturna entre el enredo de tu idioma sagrado.
Ruedo espesa como río de vidrio,
mordiendo por el eje de tu simetría,
pegada entre las costuras de tu mas húmedo llanto.
Y aunque cierre mis ojos
y convierta mi corazón en sordo,
tu mirada largamente verde,
cae como agua seca
en transparente río sobre mis pies,
alfarero por mis rodillas,
mi cintura,
mis senos,
completos y desprendidos de una sola arena.
Circulas,
caes y rompes,
leve daño infinito y corto,
ruta forjada que pelea,
sello de avidez no saciado,
que pasa,
que se agota,
que se vierte,
que se destroza...
¡inclínate.....¡
ALMA
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Me corta el aliento
ResponderEliminar"leve daño infinito y corto"
ESPECTACULAR!
Un placer pasear por tu alma Volveré, eso es seguro.
Bss
Un poema lleno de amor y sensualidad, muy bello. Un beso
ResponderEliminarSabes encontrar la cara oculta de cada sentimiento:
ResponderEliminar"sangre de metal"
"río de vidrio"
"infinito y corto"
"las costuras de tu más húmedo llanto".
Si...mereces que nos inclinemos.
Besos.
saludos un abrazo fraternos gracias por aquí visitándote y robando tu espacio para enlazarlo con el mio para compartirlo siempre, con la lectura cotidiana...
ResponderEliminarpaso y de ahora en adelante pasare siempre
te entrego el mio para compartir...
saludos un abrazo inmenso..
me gustan mucho tus poemas, me los llevo conmigo.. gracias
Legado el momento, atenderé tu llamada...
ResponderEliminarSaludos desde el Jardín.
Qué intensidad, se me derriten las pupilas al leerlo...
ResponderEliminarSaludos.
Hermoso poema lleno de sensualidad y de invocación.
ResponderEliminar"Y aunque cierre mis ojos
y convierta mi corazón en sordo,
tu mirada largamente verde,
cae como agua seca"
¡Estos versos son sublimes!
Un beso
más que inclinarme, te hago una genuflexión...
ResponderEliminarSaludos
Hembra, amante, sensual y profunda como la hiedra que rompe la piedra para vivir y recibir de la luna y la tierra, el aliento.
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