Patenta mi amor envejecido,
fatigado por la limosna
de tus rutinarias palabras,
de besos monótonos,
vacíos...
saturados e incomprendidos.
Fragua un principio resurgir,
de hervidas manos enmudecidas,
ahoga el reloj de la costumbre
y devuélveme tu insolente sonrisa,
hechizada y furtiva.
Reinvéntame el día,
sin mañana, sin ayer...
rebosante de un presente,
incendiario de verdad...
ALMA
Rescatarnos de la rutina antes de que nos ahogue. Ojalá.
ResponderEliminarBuen poema.
Besos.
Que triste cuando el amor se convierte en rutina, y esos besos que antes nos incendiaban, ahora no producen nada...no creo mucho en eso de que se pueda reavivar la llama, pero a veces vale la pena intentar todo...
ResponderEliminarMuy bueno Alma.
Un abrazo
gracias por regresar Toro,
ResponderEliminarsi, ojalá...
un beso...
ALMA
si es muy triste, Claudia IsabeL, cuando se vuelve costumbre el amor, quizás mas triste que cualquier otro motivo, por que cuesta poder reconocer los porqués ...
ResponderEliminarigual que tu, yo tampoco creo que se pueda avivar, pero ahí queda mi poema como posible remedio, al menos, eso si, como reclamo de atención...
gracias de nuevo por venir a mi rincón...
besos,
ALMA